jueves, noviembre 15, 2007

Soneto despedida y descompuesto (y desprovisto)
Publicado solo por unas horas en un hi5 cuyo nombre me está prohibido revelar. Al fin y al cabo, ya no está ahí, porque está aquí. Difícilmente posteo mis sonetos, porque considero que son muy malos, y porque solo conservan parcialmente la estructura de un soneto. En fin, el gorila poeta hoy se despertó de ánimos de recitar.


Ni te culpo de tu siempre
ni me embriago con mi luego
ni me ensucio con el polvo de los chismes más furtivos

Pídeme cualquier cosa, menos palabras dulces
porque mis días con la partida se llenaron de cruces
de jardines sin kiosko y hoteles sin luces

Lo que pasa es que cerillos y cigarros no se llevan
lo que pasa es que bebidas y milagros no se encuentran
lo que pasa es que te quise tres años, luego qué importa
lo que pasa es que en cinco años girabas el big bang de mi esqueleto
lo que pasa es que eras el ciclo lunar de las mareas más infames de mi puerto.

Fuiste mi cinco de enero, mi once de mayo, mis cinco cuartos, mis cañas de jazz.

Adiós, partí.


Como un rencor taciturno, como una marea violentísima, vorágine de recuerdos inconclusos. Hoy amanece en luna nueva. Y, EXTRAÑAmente, me encanta la voz con que me canta sin cuerdas vocales esta luna de noviembre. Te extraño, porque me da la gana. Qué extraño.

1 comentario:

Fernando García dijo...

"El ciclo lunar de las mareas más infames de mi puerto." Esa linea se lleva las palmas, la ovación del respetable (lo siento, mucho futbol leitli).

Yo soy re malo para la métrica; lo mio es el verso libre, pero por que no puedo hacer otra cosa.

Un abrazo Sub