viernes, junio 04, 2010

Don't worry...

Llega un momento en la vida de todo ser vivo en que los ánimos no dan para otras vacaciones. Los cabellos que quedan en pie son cada vez más tiesos y reacios. La piel, a medida que el tiempo transcurre, se asemeja al material de las paredes y se afloja formando surcos como mares imprecisos. Cuando los pasos le son más difíciles -a todo ser vivo-, los dioses le hacen un último regalo antes de viajar a otros mundos y otros infiernos. Tras el último y más avejentado paso, el hombre y el ser y la bestia y la sombra flotan, agitando sus piernas como subiendo escaleras de humo translúcido. Entonces todos ascienden graciosos cual globo euclidiano y se funden en el silencio de la estratósfera filosa, donde van a parar los sueños y la carne levemente inflada de los seres viejos y vivos.

(Elucubrado en la bitácora de Alberto Chimal)

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